En España dan un golpe duro al gigante Monsanto al prohibir el uso del herbicida alegando los efectos en la salud y en el medio ambiente. El fallo salió por unanimidad y genera un precedente mundial, ya que en los municipios de Tenerife, El Tanque y Santiago del Teide los ciudadanos han conseguido que se prohíba el uso del Roundup.
La lucha contra el glifosato en numerosos municipios en Canadá también ha dado resultados positivos. Pero en la ciudad de Barcelona se sigue utilizando hasta en los parques de la ciudad, práctica que hace que los parques sean espacios prohibidos para bebés, niños, ancianos y cualquier persona enferma o que no quiera poner a riesgo su salud.
El fallo dictaminó que "Tiene efectos tóxicos sobre el ambiente y la salud tal como lo demuestran decenas de estudios", y agrega que "genera cáncer y daña el ADN de las células". La resolución fue firmada por unanimidad y certificada por el Alcalde de esa región.
En Argentina, la lucha contra Roundup se está endureciendo ya que los lobbies de los EEUU están invertiendo todos sus recursos para asegurarse de que se sigan utilizando en la agricultura argentina. La embajada de los Estados Unidos en Argentina defendió el uso del cuestionado pesticida ante autoridades del Senasa, el organismo responsable de garantizar y certificar la sanidad y calidad de la producción agropecuaria.
El lobby estadounidense en favor del fabricante del pesticida, la multinacional Monsanto, tuvo lugar seis meses después de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ordenara al Ministerio de Salud iniciar una investigación oficial sobre los posibles efectos nocivos del pesticida.
El año pasado un juez provincial suspendió las fumigaciones de arroceras por noventa días en la localidad de La Leonesa y ordenó a la provincia un estudio sobre los efectos en la salud en esa población. La Comisión Provincial de Investigación de Contaminantes del Agua publicó el informe en agosto del 2010 y advierte que en los últimos diez años en La Leonesa se triplicaron los casos de cáncer en niños menores de 15 años en la localidad y que se cuadruplicaron los casos de malformaciones en recién nacidos y que esto coincidió con el auge de la explotación arrocera en la zona del departamento Bermejo.
En San Jorge y en Ibarlucea, por citar algunos ejemplos, también la justicias comenzó a intentar achicar el cerco del glifosato, pero la aplicación de las normas, resulta esquiva.
Como se ha descrito, ya no hay excusa para seguir abalando el uso de este pesticida, sin embargo las presiones a nivel gubernamental hacen que estas decisiones de prohibición sean más difíciles de tomar. Ya es hora de tomar medidas serias frente a todos los casos de contaminación por estos químicos que ofrecen una agricultura con calidad.
Además es muy necesario que los propios agricultores tomen conciencia de los productos que usan para sacar adelante sus cultivos, y darse cuenta además que están generando un daño mayor que el beneficio que creen realizar. Es un problema de ignorancia y a veces un tanto de intereses económicos.
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