INIA-Quilamapu es peso pesado en rubro arroz

Un Día de Campo de Arroz, realizado ayer en parcelas experimentales de INIA-Quilamapu en el sector del Instituto Virginio Gómez, reunió a industriales, productores y técnicos, de este rubro en Chillán. Arroz sólo se produce actualmente en Maule y la zona norte de Ñuble.

En la jornada se dio a conocer los avances en el desarrollo de variedades más productivas y de mejores características que lleva adelante INIA-Quilamapu, a cargo de la investigadora especializada Carla Cordero. 

Durante la actividad, el director regional de INIA, Isaac Maldonado, dio a conocer que Carla Cordero se ausentará de la sede Quilamapu para efectuar sus estudios de master en Estados Unidos, y que el trabajo que se está desarrollando se mantendrá a buen recaudo con profesionales idóneos hasta su regreso. El director destacó y valoró el papel que ha tenido el instituto en la investigación arrocera y dio seguridad de su continuidad a los productores.

Entre los participantes en el día de campo estuvo Eduardo Lagos, gerente de Arrocera Tucapel, una de las industrias más importantes del rubro arroz en el país, que destacó el trabajo que realiza INIA.

Señaló que en la actualidad están trabajando en convenio con el instituto en el desarrollo de cuatro variedades de arroz, con un a de las cuales pretenden apuntar al tema de las exportaciones, lo que es un hecho inédito, ya que sólo hay ventas al exterior discontinuadas y de pequeñas partidas.

En sus palabras de bienvenida, Isaac Maldonado dijo que además de buscar mejor eficiencia productiva y adaptación a las condiciones locales, la investigación en los últimos tiempos también apunta “a trabajar en la diversificación del arroz, es decir, en la generación de arroces especiales, destinados a consumidores específicos.

Entre ellos están los arroces aromáticos, los arroces glutinosos, de colores, suaves, arroces boutique, arroz arbóreo, arroz orgánico, entre otros”. 

Es por ello que la clave del mejoramiento ya no es sólo el alto rendimiento, sino la alta calidad y una adecuada diversidad para poder hacer competitivo el cultivo, que generará un mejor retorno para los productores arroceros del país”.

Fuente: INIA