Muchos productores apícolas han demostrado hace un tiempo cierto temor por el incierto futuro de la industria de la miel, y mas aún cuando día a día tienen que enfrentarse a diferentes problemas, entre ellos plagas y enfermedades, dentro de estas últimas, la semana pasada en el seminario “Avance de la sanidad apícola, nutrición de abejas y contaminación metálica de la miel en Chile”, organizado por el Departamento Ingeniería en Alimentos de la Universidad del Bío-Bío, se ha discutido con argumentos científicos la presencia en el país de la temida Noseme ceranae, un parásito unicelular que está atacando a las abejas en España desde el año 2004, que se ha diseminado en Europa, y que se asocia con el síndrome de despoblamiento de la colmena.
Así lo informó uno de los expositores de la jornada, Miguel Neira, especialista de la Universidad Austral que se encuentra haciendo un proyecto licitado por SAG y que arroja indicios ciertos de la presencia de esta peste en el país, lo que se ha detectado con técnicas PCR, tanto en laboratorios chilenos como europeos. La palabra técnica oficial en este tema no obstante es del SAG, por lo que hay que esperar las conclusiones de ese servicio para determinar si es ya una peste nacional este endoparásito que ataca a las abejas.
En el mismo seminario José Miguel Bastías, académico y jefe del laboratorio Toxicología en Alimentos de la UBB, informó un estudio de presencia de metales pesados en mieles chilenas, concluyendo que “tenemos niveles muy por debajo de las normas internacionales, lo que es muy positivo, ya que la miel es un buen bioindicador de cómo está afectando la contaminación a nuestro medio ambiente”.
El toxicólogo restó importancia a las críticas de Alemania a la contaminación que provocaría en la miel los alcaloides pirrolizidinicos, mutagénicos, de la hierba azul y dijo que las concentraciones de esta sustancia son muy bajas para poder causar daños al humano.
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