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Los productores señalan que aumentarán las superficies de cultivos como maíz y trigo. sin embargo, están atentos a los factores claves como el tipo de cambio y el precio de los químicos.El agua caída hasta el momento en la provincia, al parecer, permitirá que el agro tenga un año tranquilo en cuanto a las siembras primaverales.
El estar por sobre un año normal en cuanto a agua caída permite que la intención de siembra aumente y se perfilen cultivos como trigo y maíz en aumento. Sin embargo se podrían atrasar los cultivos como la remolacha.
“Hemos tenido muy buen clima, pero esperemos que las lluvias no sigan hasta agosto porque ya llevamos 20 días perdidos en la remolacha”, comenta Fernando Serrano, presidente de los Agricultores de Ñuble.
Rubros y sus tendencia
En líneas generales la actividad se prevé estable para este año, situación que es refrendada por el Instituto Nacional de Estadísticas, entidad que a través de su estudio anual de coyuntura agrícola, manifestó que el grupo de los cereales incrementaría su superficie sembrada a 566.265 hectáreas, con una variación anual de 4,4%, registrando aumentos en trigo (5,4%), maíz (10,9%) y arroz (3,3%). En cambio, la avena y la cebada reducirían su área sembrada en 2,6% y 9,3%, respectivamente.
El grupo de las chacras registraría un retroceso anual del 9,0% en su superficie, totalizando 63.231 hectáreas. Dentro de esta agrupación, las leguminosas continúan exhibiendo reducidos niveles de siembra. Es así como el poroto totalizaría un área cultivada de 11.765 hectáreas, con una variación negativa anual del 6,1%.
Por su parte, la papa exhibe una menor intención de siembra de 10,1%, totalizando una superficie de 48.256 hectáreas.
Cultivos industriales
En la presente temporada 2011/2012, los cultivos industriales en su conjunto, anticipan un significativo incremento de 21,7% en sus intenciones de siembra, alcanzando a 92.730 hectáreas. En este grupo, es el raps el cultivo que muestra un mayor crecimiento, con una variación anual de 86,9% y 34.700 hectáreas sembradas.
Por su parte, la remolacha ocuparía un área de 23.530 hectáreas, equivalente a un aumento de 16,3%. La achicoria industrial crecería 11,8%, totalizando 3.200 hectáreas.
El pulso desde el prisma de los productores
Para el académico y productor Alejandro Chandía, las condiciones climáticas proyectan una temporada estable, pero con insumos altos. “Una cantidad mayor de humedad favorecerá sin duda los cultivos primaverales, además hay buenas reservas de nieve lo que debería favorecer el riego, los elementos que hay que considerar es el dólar bajo y a pesar de que esta moneda sigue baja, los agroquímicos no disminuyen su precio a pesar de ser importados”, explica Chandía.
En el agro asumen por estos días que el clima es una variable que se debe gestionar. Para el productor sancarlino, Fernando Jeldres, este año estará marcado por la estabilidad y la mesura. “Este año será fuerte en cultivos como trigo y maíz, la intención sigue como todos los años y a pesar que hay una estacionalidad más agresiva, no nos fiamos de ellos, para nosotros la agricultura es con clima, al igual que en el caso de los fertilizantes que van al alza, pero esas son las reglas del juego, ahora también esperamos que se respeten los precios en el período de cosecha”, manifiesta Jeldres
Efecto dólar
Ya es un hecho que la divisa norteamericana tendrá una tendencia al alza sostenida en el tiempo. Para Fernando Serrano, el tipo de cambio podría condicionar de cierta manera la agricultura de contrato.
“Existe un poco de incertidumbre en cuanto al dólar por la crisis que vive Estados Unidos y Europa, creemos que esto puede afectar de cierta forma la agricultura de contrato, como la remolacha o la achicoria, lo otro que se puede ver restringido es el trigo candeal, que seguramente se sembrará menos que el año pasado”, explica Serrano, quien añade que se prevé que el precio de los granos favorablemente se presentaría positivo para los agricultores
Fuente: Diario La Discusión
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