Los transgénicos, ¿la política los frena?

Werner Arber, microbiólogo suizo y Premio Nobel de Fisiología y Medicina, comentó que ha analizado la biotecnología agraria, resaltando que no existe ningún argumento científico sólido que de pie a rechazar los cultivos transgénicos, por lo que son solo “motivaciones políticas” en las que se basan las críticas existentes.

Sobre los posibles peligros de estos cultivos Arber menciona: “Los riesgos de la ingeniería genética son similares a los que hemos asumido y asumimos desde hace miles de años en la naturaleza, de lo contrario no habría habido evolución en las especies”. El científico suizo además resaltó que estas especies son más resistentes a cuestiones adversas, como plagas y enfermedades, así como que tienen más adaptabilidad antes fenómenos del cambio climático.

De esta manera el Premio Nobel considera que la aplicación de la ingeniería genética generará soluciones a muchos problemas de diversas áreas del mundo, porque se puede aumentar el valor nutricional de los alimentos así como incrementar la producción utilizando la misma superficie, lo que beneficiaría principalmente a los países más pobres.

Por otra parte, pero en concordancia, Marcella Szymansky, quien es oficial de relaciones exteriores para la agricultura del Gobierno de los Estados Unidos, ha declarado de manera extraoficial que la biotecnología agraria constituye una herramienta fundamental para combatir el hambre en el mundo, razón por la que su impulso forma parte de la política de Estado.

Mencionó que el desarrollo de los transgénicos está siendo frenado en muchos países solo como parte de una postura política, porque no existen pruebas científicas contundentes para ello. Szymansky considera una decepción el hecho de que la Unión Europea utilice la biotecnología en cuestiones como farmaceútica y medicina, pero que este en contra de su uso agrícola.

De esta manera la polarización de ideas respecto al tema será cada vez mayor; aunque se ve difícil, lo cierto es que tarde o temprano se necesitará llegar a un acuerdo, pues los transgénicos serán una necesidad dentro de una década quizás, o tal vez menos. Considerando que ya somos 7,000 millones de personas en el planeta es urgente que los gobiernos lleguen a acuerdos para garantizar las necesidades básicas de todos, entre las que destaca la alimentación como primordial.

Visto en Mario Díaz Online | Imagen de Sergis Blog

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