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No hay nada más agradable que poder disfrutar de los propios alimentos cultivados en una huerta en casa y es parte de la sustentabilidad que cada uno debería tener. No hace falta tener un gran espacio ni una costosa inversión para empezar, sólo hay que tener las ganas de hacerlo y listo! Sólo es importante tener un poco de información clave para no caer en algunos errores básicos. Con respecto a la superficie, sólo basta con algunos metros cuadrados para poder abastecer de los vegetales para una familia de unos 4 ó 5 integrantes. 

Lo primero que se debe hacer son divisiones para definir lo que se cultivará en cada uno de ellos. Estas divisiones tienen varios nombres, se puede llamar bancales  camas altas, plata-bandas, etc. Pero su objetivo es determinar donde ira cada cultivo y así mismo tener un mejor acceso a ellos. Una vez definido los sectores, se comienza por retirar las malezas presentes y mover la tierra para facilitar el crecimiento de las raíces de los vegetales. Se recomienda que el primer "pique" sea de unos 30-40 cm de profundidad. Tampoco se debe mover la tierra constantemente, ya que eso afecta en cierta medida la población microbiológica del suelo. Sólo se recomienda el uso de un buen rastrillo y una escarda o azadón de mano para el control de las malezas.

Posteriormente, se realiza una de las labores más importantes para la fertilidad de la huerta: La incorporación del abono. Existen variados tipos de abonos que se pueden utilizar, entre ellos está el compost, humus, guano de aves, guano de vacunos, etc. Es muy importante que éstos ya se encuentren estabilizados (sin reacciones microbiológicas) antes de aplicarlos y mezclarlos con la tierra de la huerta.

Con esos primeros pasos, ya es posible entrar en materia más específica para decidir que se cultivará. Lo primero es pensar que se quiere cultivar para organizar el huerto de la mejor forma, utilizando los marcos de plantación adecuados (distancias de siembra) para cada cultivo. Además de elegir las fechas adecuadas para cada especie. Una vez que ya se tiene claridad de los que se cultivará se debe realizar el almacigo (o bien la siembra directa), para esto sólo se deben depositar las semillas en la tierra, manteniendo una humedad constante para que la germinación sea uniforme. En el caso de utilizar almacigueras, la labor se simplifica un poco ya que posteriormente es más fácil seleccionar las platas para su trasplante. 

Es muy recomendable realizar cultivos mezclados aprovechando las asociaciones que presentan entre ellos. Con lo cual se disminuye el ataque de insectos, mejora la fertilidad, entre otros aspectos. 

Si tienes dudas, no olvides que estamos en twitter y te puedo ayudar con algunos de tus problemas. 

Hasta la próxima

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