A pesar de las cifras mencionadas, el consumo nacional es demasiado bajo en comparación con países europeos, medio litro en promedio contra 50 litros en los países de mayor consumo, que son Luxemburgo, Francia e Italia. Aún así 20 por ciento de la producción se exporta, mayoritariamente a Estados Unidos, aunque algunos países de Europa y Asia han comenzado a ver con buenos ojos los vinos mexicanos, pues su calidad es excelente.
Ramón Vélez, presidente del Comite de Vinos Mexicanos comentó que lo que se requiere es tiempo para consolidar y dar a conocer el producto nacional, pues no desean competir con los vinos ya establecidos. La actitud anterior de evitar comparaciones es entendible porque en muchos países hay vinos con mucha historia, por ejemplo, los vinos de La Rioja, en España, se producen desde hace más de 2,000 años.
Es por ello que no se pretende seguir el modelo europeo consistente en obtener denominaciones de origen, si no que lo que se busca es ofertar vinos en todos los niveles de precio manteniendo una alta calidad.
Ahora bien, el crecimiento de la industria vitivinícola ya ha superado la capacidad de los productores nacionales. Por ello se requiere aumentar la producción de uva, donde el problema radica es que para obtener producto de calidad es necesario esperar 8 años después de la instalación del viñedo.
Baja California, Coahuila, Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes son los estados del país que cuentan con las condiciones climáticas y geográficas para la instalación de viñedos. Guanajuato sobresale por su oferta turística y cultural asociable fácilmente al consumo de vino, cuestión de gran importancia si se quiere detonar el desarrollo de la industria.
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